Por qué hoy en pleno siglo XXI el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible sigue siendo erradicar la pobreza en todas sus formas? ¿Por qué vivimos en un mundo tan injusto y desigual? A la hora de buscar respuestas, nuestra sociedad moderna tiende a centrarse en cuestiones "materiales", mientras que el sistema subyacente de producción de conocimiento, distribución y creación del mismo, normalmente no se cuestiona.
Pero ¿por qué es relevante la injusticia epistémica? Y ¿está presente en los contextos de pobreza? En este artículo se discutirá distintos conceptos de injustica epistémica y su relación con la pobreza a través de la experiencia del Movimiento ATD Cuarto Mundo. La información se basa en la investigación realizada para mi tesis de maestría y la pasantía que realicé en el Centro de Investigación y Memoria J. Wresinski1.
Acceso desigual a los bienes epistémicos
La cuestión del conocimiento y la injusticia relacionada al saber estuvo presente desde los inicios de la fundación del movimiento como punto esencial para combatir la miseria. No obstante, en los archivos observé que se hacía referencia a ella como "conocimiento", "acceso a la educación", "falta de credibilidad", "opinión inestimable", "ignorancia", "reconocimiento", "justicia de corazón", "dignidad", etc.
Tener un acceso injusto a los bienes epistémicos como la educación y la información, no es la única injusticia relacionada al saber a la que se enfrentan los pobres. Ser agraviado en la calidad de conocedores y oradores es también una "injusticia epistémica", según definió Miranda Fricker en su libro Epistemic Injustice: Power & the Ethics of Knowing (2007)2. En este libro, la filósofa inglesa introduce dos nuevos términos a la literatura: injusticia testimonial e injusticia hermenéutica.
La injusticia testimonial se produce cuando el prejuicio hace que el oyente otorgue un determinado nivel de credibilidad a las palabras de los hablantes; mientras que la injusticia hermenéutica se produce cuando una carencia en los recursos interpretativos colectivos deja a alguien en desventaja para dar sentido a sus propias experiencias sociales3 .
Las personas que viven en extrema pobreza suelen enfrentarse cotidianamente con estas injusticias y J. Wresinski en 1980’ ya advertía sobre ello. Según M. Fricker, existen diferentes tipos de prejuicios que causan la injusticia testimonial, pero ella se centra en el prejuicio de identidad negativa. El hablante sufre una injusticia porque el oyente da menos credibilidad a sus palabras debido a su identidad. Ello podría trasladarse a la injusticia que enfrentan los más pobres, cuando las instituciones y la sociedad en general les otorgan menos credibilidad sólo por su situación socioeconómica. Mientras investigaba en los archivos, me encontré con distintos estereotipos utilizados habitualmente por la sociedad para denominar a los más pobres, que deshumanizan a la persona y su dignidad4 . Hice una lista y todas esas palabras muestran estereotipos negativos, reforzando el imaginario dentro de la cultura dominante de que son irrecuperables, vagos, irresponsables, inmaduros.
La filósofa Fricker afirma que cuando la injusticia testimonial es persistente y sistémica, se convierte en opresión. Esta puede ser represiva o silenciosa. Este punto podría relacionarse con los Estudios de Desarrollo Postcoloniales. G. Spivak introduce el concepto de "violencia epistémica" que se refiere a la violencia ejercida sobre las formas de conocer y comprender de los pueblos indígenas no occidentales. Ella reivindica las voces no escuchadas, los que denomina subalternos5 . Las personas dominadas han sido privadas de su voz y de su poder de acción. No pueden explicar quiénes son y, cuando lo intentan, no se les entiende.
Este punto también estaba presente en el pensamiento de J. Wresinski, quien argumentaba que la experiencia adquirida en Noisy-le-Grand le demostró que la pobreza persistente mantiene a la gente en silencio. "Cuando la gente está atrapada en la pobreza extrema, los sentimientos de impotencia, culpa, miedo e ira, así como la pérdida de esperanza en el futuro, condenan al silencio a quienes intentan sobrevivir"6 . Tienden a no hablar para evitar tener enemigos o malentendidos, o porque saben que lo que digan se usará en su contra.
Siguiendo a J. Wresinski, esta forma de tratar a los más pobres hace que la población viva en el temor constante de ser considerada lunática. Esta imposición explica en gran medida su parálisis y su imposibilidad de expresarse. Ellos tienden a pensar: “je vais dire des conneries, je vais pas être compris, je vais mal m'exprimer, je vais être jugé, je vais être catalogué, je vais être mis de côté, je vais passer pour un fou”7 .
Injusticia hermenéutica, injusticia testimonial
La gran diferencia de la injusticia hermenéutica con la injusticia testimonial es que la primera no tiene culpable, no hay un agente concreto; es estructural. La cuestión es que suele manifestarse cuando el hablante se esfuerza por hacerse inteligible en un intercambio testimonial. Así, en algunos casos de injusticia hermenéutica sistemática, el hablante sufre un doble perjuicio: "uno por el prejuicio estructural en el recurso hermenéutico compartido, y otra por el juicio de credibilidad del oyente con prejuicios de identificación" .
En una conferencia en Haguenau, Estrasburgo, en 1973, J. Wresinski mencionó que a menudo se castiga a los pobres por sus actos, pero en realidad nadie les ha explicado las normas. En consecuencia, no acuden a los servicios públicos porque no quieren ser humillados de nuevo, siendo la burla de todos los empleados. Por ejemplo, muchas mujeres no declaran a sus hijos para evitar que las traten de "madre conejo"8 .
Esto muestra un modelo de injusticia hermenéutica ya que proviene de un vacío de recursos colectivos y el grupo más desfavorecido, los más pobres, están marginados, lo que significa que participan de forma desigual en la generación de significados sociales. Son impotentes, están coaccionados socialmente. No son comprendidos por el resto de la sociedad; se les impide hacer inteligible algo que les es propio. Ello me hace recordar una anécdota que viví hablando con una activista, me contó que una vez que sus hijos fueron retirados por los servicios sociales, tuvo un enorme sentimiento de soledad y de tristeza. Y la única fuerza que encontró para sobrevivir fue tener otro hijo, esto se convirtió en un acto de resistencia. Sin embargo, visto desde un punto de vista occidental y acomodado, a menudo es considerado como una decisión inconsciente e irresponsable.
M. Fricker expone dos aspectos del daño de la injusticia hermenéutica, la incapacidad de la persona de hacer inteligible algo que le es propio y la pérdida de confianza e interés por el saber. Para ilustrarlo, en la misma Conferencia de Haguenau, J. Wresinski explicó la respuesta de una chica cuando se le preguntó la razón de no ir a escuela:
"Oh non, ce n’est pas à cause de la maitresse! Mais quand nous rentrions le soir, nous n’étions pas sûrs d’avoir à manger et toute la journée j’avais l’estomac qui me serrait! A cause que: quand j’arrivais en classe le matin, je n’avais pas dormi de la nuit parce que nous étions entassés les uns sur les autres et papa s’était mis à crier d’énervement ! Et alors on me disait, on m’interrogeait, alors je répondais à côté – alors on me disait : mais tu es bête, tu ne sais pas ce qu’il faut répondre! Parce que j’étais angoissée et parce que je me croyais bête, alors je ne pouvais rien apprendre" 9
Esta cita es una clara demostración de cómo la injusticia hermenéutica forma parte de una mayor injusticia y exclusión social; no hay un culpable definido y rastrea diferentes dimensiones de la vida de una persona. No sólo afecta a la identidad de la niña, sino que también, muestra cómo funciona la injusticia testimonial. No confían en ella y se refieren a ella como una persona estúpida. La injusticia epistémica, siguiendo a M. Fricker, no sólo puede socavar la capacidad de una persona de ser conocedora, compartir experiencias y conocimientos, sino que también causa profundos daños en la persona, en la construcción de la identidad. Impide al sujeto ser un ser social10 .
La ignorancia: un factor clave
Según J. Wresinski, la ignorancia perpetúa el círculo perverso de la pobreza11 . A través de la lectura de diferentes textos sobre su pensamiento, se podría afirmar que esta ignorancia tiene dos sentidos, la ignorancia de los más pobres que les impide ejercer sus derechos, acceder a la educación, comunicarse comprender, desarrollarse, etc.; pero también la ignorancia de la sociedad dominante sobre la pobreza y sus habitantes.
J. Wresinski reforzó la importancia de la ignorancia explicando que no se trata de la ignorancia de una persona, sino que engloba a toda la comunidad y es transmitida de generación en generación. A veces esta ignorancia es tan profunda que ni siquiera los niños que van a la escuela pueden superarla. Significa directamente exclusión y aislamiento, porque ser ignorante significa no poder comprender lo que se vive, ser condenados a la inseguridad, a la incoherencia ya que no tienen los conocimientos para prevenir y comprender las causas y consecuencias de algunos actos.
Por otra parte, la ignorancia impide a los más pobres superar la pobreza debido a la ignorancia de los demás, principalmente los científicos modernos y la cultura dominante, sobre ellos. La injusticia contributiva introducida por Kristie Dotson, filósofa feminista, como tercer tipo de injusticia epistémica afirma que el perceptor deliberadamente se niega voluntariamente a utilizar las herramientas adecuadas para conocer. La define como causada por la ignorancia de un agente epistémico, en forma de ignorancia hermenéutica voluntaria, en el mantenimiento y la utilización de recursos hermenéuticos que causan daño a la agencia epistémica de un conocedor12 .
Este punto es importante, ya que J. Wresinski alegaba que debido a nuestra ignorancia existe la extrema pobreza, en sus palabras: “notre ignorance de la misère fait que malgré la bonne volonté de tant de gens, la grande pauvreté existe toujours!”13 . A su vez, en diversos discursos se cuestionaba junto a los aliados qué se sabía sobre la pobreza, qué datos e información había y cuáles era necesario conseguir.
Habiendo resumido, distintos ejemplos de injusticias epistémicas que enfrentan las personas en contexto de pobreza, resta preguntarnos ¿cómo podemos revertirlo? Yo creo que el enfoque que practica el Movimiento ATD Cuarto Mundo, basado en el reconocimiento y el desarrollo personal de los pobres asentado en el pensamiento de su fundador, así como las acciones y actividades que realiza, a saber: el propio Seminario de Filosofía Social, el método de cruce de saberes, la universidad popular, entre otras, son instrumentos de combate a la injusticia relacionada al saber y pueden dar valiosas respuestas al combate real a la miseria.